Las válvulas de aguja se utilizan para la aplicación de pequeñas dosis de líquidos de viscosidad baja a media con alta precisión y repetibilidad. La válvula se abre pulsando la presión del flujo de aire desde el controlador de la válvula. El resorte ayuda a la válvula a regresar rápidamente a la posición cerrada para el cierre inmediato del flujo. La válvula tiene un segundo puerto de entrada de aire que cierra la válvula a una velocidad controlada, lo que proporciona una mayor precisión de medición de material. Los volúmenes de dosis se pueden ajustar girando la perilla en la parte superior de la válvula. Al final de la dosificación con una válvula de tipo aguja, se forma una dosis aumentada de la sustancia al final del perfil del material aplicado (Fig. 5). Esto sucede porque cuando la válvula está cerrada, la aguja, al caer al orificio de trabajo, desplaza una porción adicional del material. Las válvulas dosificadoras de tipo aguja son ideales para la aplicación puntual de material, así como para verter y sellar. Dichas válvulas son las más utilizadas en varios sectores de la economía nacional, por lo que su gama es la más diversa.